Coloquialmente se asume que los problemas de fertilidad en la mayoría de los casos tienen que ver con la mujer. Por supuesto que hoy sabemos que tal aseveración se basa en una visión machista del mundo más que en la evidencia científica, y aunque los mitos y concepciones erradas sobre la fertilidad aún persisten, el hecho es que cerca del 50% de todos los casos de infertilidad pueden atribuirse al hombre y a la vitalidad del esperma. Pero al igual que en los problemas de fertilidad femeninos, muchas condiciones relaciones con la fertilidad en el hombre pueden ser tratadas mediante dieta y cambios hacia un estilo de vida saludable incluyendo por ejemplo suplementos vitamínicos; además, de ser necesario, se puede optar por intervenciones médicas más complejas.
Si sospechas que algún problema de fertilidad puede estar obstaculizando tu capacidad para concebir es buena idea consultar con tu médico de cabecera acerca de una evaluación médica de fertilidad la cual incluirá por supuesto un análisis del esperma de tu pareja.
Por lo general cuando las parejas han estado intentando concebir sin éxito por más de un año (asumiendo que mantienen contacto íntimo regular y/o usan métodos para predecir la fertilidad) se recomienda consultar con un médico en relación a estas pruebas. Así mismo, si una pareja está sobre los 30 años, deberían considerar consultar con su médico un poco antes a fin de comenzar a descartar y tratar problemas de fertilidad potenciales.
En lo que se refiere a la fertilidad masculina el examen completo del esperma puede aportar un amplio rango de datos relacionados con los “parámetros” de fertilidad masculina así como aspectos de la vitalidad del esperma. Por supuesto que debido a barreras culturales es posible que exista resistencia a realizar estas pruebas, especialmente por “vergüenza” o porque una visión “rudimentaria” de la fertilidad hace que la responsabilidad sea atribuida exclusivamente a la mujer. Dado que el análisis de semen es un procedimiento relativamente sencillo, la evaluación por el urólogo es la mejor forma de descartar/confirmar si existe algún problema incluso antes que el componente femenino de la pareja deba someterse a una larga serie de evaluaciones muy complejas destinadas a evaluar su ovulación y su ciclo menstrual.
Los tratamientos para la infertilidad masculina son muy variados, aunque por lo general el urólogo comenzará con los tratamientos más conservadores (es decir, no invasivos) antes de considerar la cirugía. Un análisis completo de semen determinará varios parámetros de la vitalidad del esperma incluyendo el conteo de espermatozoides, su movilidad y su morfología (es decir el tamaño y la forma de los espermatozoides).
Problemas de fertilidad masculina en el diagnóstico
Azoospermia: Se define como la ausencia completa de espermatozoides en una muestra de semen debido a problemas en la producción de espermatozoides u obstrucciones físicas. Cuando se trata de azoospermia por obstrucción existe la posibilidad de tratamiento quirúrgico. Cuando el espermatograma (nombre dado al análisis de semen) indica que hay azoospermia el médico puede solicitar estudios complementarios para determinar la causa.
Oligospermia: Se trata de un diagnóstico asociado con un conteo de espermatozoides muy bajo. El estándar aceptado como un conteo de espermatozoides normal y con buena vitalidad es de al menos 20 millones de espermatozoides por mililitro de semen. Cualquier conteo de espermatozoides por debajo de este límite se considera bajo. Dependiendo de cuan bajo sea el número de espermatozoides, la oligospermia puede ser tratada en algunos casos simplemente planificando las relaciones sexuales (para asegurar un intervalo de tiempo suficiente para que se acumule un buen número de espermatozoides) así como mediante cambios en los hábitos de vida y la dieta, incluyendo cuando sea necesario suplementos para la fertilidad para ayudar a promover la salud fértil del hombre e incrementar el conteo espermático.
Astenospermia: Hace referencia a los espermatozoides que no presentan movilidad adecuada. La movilidad espermática es la capacidad de los espermatozoides de moverse con un patrón normal, es decir, hacia adelante. Se define la movilidad espermática como normal cuando al menos 60% de los espermatozoides presentan un movimiento vigoroso hacia adelante.
Esta capacidad de “nadar” hacia adelante es indispensable para que los espermatozoides puedan llegar hasta el óvulo y fertilizarlo. Tal como sucede con el conteo espermático, varios factores relacionados con el estilo de vida pueden afectar negativamente la movilidad espermática. Algunos cambios simples como disminuir el consumo de alcohol, cesar el hábito tabáquico, una dieta saludable suplementada con nutrientes antioxidantes puede mejorar la movilidad espermática.
Morfología Anormal: Se refiere al tamaño y la forma de los espermatozoides. Si estos tienen una morfología anormal tendrán dificultades para penetrar dentro del óvulo y fertilizarlo.
Antes de programar una cita con el urólogo para un espermograma completo, algunos hombres consideran que es más discreto y conveniente usar una prueba de semen para determinar su conteo espermático. La Prueba de Fertilidad One-Step es una opción rápida, precisa y accesible para determinar en casa en conteo de espermatozoides. En pocos minutos podrás saber si tu conteo de espermatozoides cumple con la definición “normal” de 20 millones de espermatozoides por mililitro de semen o, si por el contrario, está por debajo del límite normal.
El uso de One Step Test de Fertilidad Masculina como herramienta de primera línea en la evaluación de la vitalidad de tu esperma puede ser de gran utilidad cuando comienzas a buscar concebir. Si la prueba revela que tu conteo de espermatozoides es bajo se recomienda una consulta con tu médico para hablar sobre las causas así como sobre los posibles tratamientos. Es importante recordar que esta prueba casera sólo mide el número de espermatozoides por lo que no puede determinar si la movilidad o la morfología son normales; para ello es necesario solicitar un espermograma completo que permitirá evaluar con precisión todos los parámetros relacionados con la vitalidad del semen.
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