En el mundo moderno, usualmente regido por categorías de tiempo y velocidad, la primera pregunta que pueden hacerse las parejas que están intentando concebir por primera vez es: «¿Cuánto se tarda en quedarse embarazada?»
Para aquellas parejas que han pospuesto el embarazo varios años (en ocasiones, más de una década) por razones logísticas, esta pregunta puede ser motivo de presión, especialmente para aquellas cuyo «reloj biológico» está en plena cuenta atrás. La marcha de este bio-reloj tiene que ver con el balance hormonal, los cambios fisiológicos que experimenta nuestro cuerpo debido a las fluctuaciones hormonales así como con nuestra edad y reserva ovárica (la cantidad y condición de nuestros óvulos).
Por lo tanto responder a esta pregunta no es una tarea fácil. Sin embargo, en este artículo se pueden encontrar una serie de variables relacionadas con la fertilidad que podrán ayudar a dar una respuesta aproximada a esta gran interrogante.
Asumamos que has decidido tener un bebé. Esto significa que todos los métodos anticonceptivos fueron eliminados y que estarás «tratando» de quedar embarazada de manera regular, los médicos sugieren que se debe tener contacto íntimo varias veces por semana. Como «regla general», la mayoría de los especialistas en reproducción humana concuerdan que las parejas saludables con una fertilidad «normal» tienen entre un 15 y un 20% de oportunidades de lograr un embarazo con cada ciclo. Bajo esta premisa, quedarse embarazada se puede tardar hasta seis ciclos (aproximadamente 6 meses). Se trata de una realidad que hay que asumir aunque un intervalo de 6 a 9 meses (incluso a veces más para algunas parejas) puede ser algo complicado de aceptar.
Ahora bien, en caso que estés usando pruebas de ovulación, un monitor de fertilidad o un registro de la temperatura corporal basal, estarás en posición de identificar con exactitud el momento de la ovulación, incrementando así tus probabilidades de lograr un embarazo en cada ciclo.
Si después de un año intentándolo no consigues resultados, suele ser necesario consultar con un especialista a fin de descartar problemas de fertilidad tanto del hombre como de la mujer, a fin de iniciar algún tratamiento, realizar cambios dietéticos y del estilo de vida orientados a facilitar la concepción.
Si tienes más de 30 años, los médicos recomiendan que acudas lo antes posible a una evaluación médica orientada al paciente que está buscando un bebé, antes de que sea demasiado tarde. Por supuesto que si tienes síntomas tales como ciclos irregulares, ausencia de regla o crees que puedes no estar ovulando, es una decisión acertada consultar rápido con tu médico para resolver lo que sea que esté sucediendo.
El registro de la temperatura corporal basal es muy útil para darte información crítica sobre tu ciclo, así como para determinar tu pico de fertilidad. Asimismo, la información contenida en tu registro de fertilidad puede ser de mucha utilidad para que tu médico pueda interpretar lo que está sucediendo en tu cuerpo. Por ejemplo, en algunos casos podría no detectarse la elevación de la temperatura basal corporal, lo cual implica que la fase lútea es muy corta. Como regla general, se recomienda una consulta de orientación con tu médico de cabecera cuando estás tratando de concebir, especialmente si existen condiciones médicas previas o estás bajo algún tipo de tratamiento farmacológico.
Factores que podrían determinar cuánto tarda en quedarse embarazada
- La Píldora Anticonceptiva: Sin duda alguna los anticonceptivos hormonales tienen un impacto significativo tanto en las hormonas con en el ciclo menstrual de la mujer. Si has estado usando anticonceptivos orales y decidiste interrumpirlos, debes darle a tu cuerpo algunos ciclos de tiempo para que recupere su balance hormonal natural. Además, en pro de alcanzar ese balance lo más rápido posible, puedes ayudar a tu cuerpo con una dieta adecuada, ejercicios y un estilo de vida saludable, es decir, hacer todo lo que esté a tu alcance para que las cosas vayan lo mejor posible con tus hormonas.
- Edad: Como se indicó al principio el «reloj biológico» avanza en relación directa con la reserva ovárica, la capacidad hormonal y en general con las condiciones fisiológicas y psicológicas de tu cuerpo y tus órganos reproductivos.
En la actualidad, la mayoría de las mujeres deciden comenzar a buscar un bebé después de los 30 años o incluso a partir de los 40. Sin embargo, la edad es una variable a tener en cuenta, y si eres mayor de 30 años debes considerar que tus «posibilidades mensuales» de concebir disminuyen, extendiendo así el tiempo que se requiere para quedarse embarazada. Cuando una mujer alcanza los 30 años, las posibilidades de lograr un embarazo caen hasta 10-15% por ciclo. Asimismo, conforme avanza la edad también se incrementan algunos riesgos relacionados con el embarazo. Si tienes preguntas específicas relacionadas con la fertilidad a partir de los 30 años, sería conveniente que tengas una consulta con tu médico de confianza para tratar el tema.
- El Encuentro Íntimo: Probablemente no te sorprenderá el hecho de que la mayoría de las personas dependen de las relaciones sexuales para tener un bebé y eso implica hacer el amor regularmente (a pesar de las complicadas agendas que impone un mundo que se mueve a toda velocidad). Muchas parejas que experimentan retraso en alcanzar la concepción, no están manteniendo relaciones íntimas con la regularidad que recomiendan los médicos. Si puedes hacer el amor dos o más veces a la semana (además de los días previos y durante la ovulación) podrás incrementar tus posibilidades en embarazo en cada ciclo.
- La Salud y el Bienestar: Una vez más, tanto el ciclo menstrual como el balance hormonal están íntimamente relacionados con la salud general. Una dieta equilibrada, realizar ejercicio físico con regularidad, mantener un peso adecuado, realizar actividades que ayuden a liberar el estrés e incluso una actitud positiva, serán todos elementos que contribuirán a que logres concebir más rápido.
Mientras que el estrés puede originarse en tu cabeza, ciertamente tiene una serie de impactos físicos que podrían acarrear problemas con la regularidad de tu ciclo y por ende con la ovulación. Por otra parte, mantenerte sana y saludable también te ayudará a tener un embarazo saludable disminuyendo las posibilidades de complicaciones tanto durante la gestación como durante el parto.
Si sufres de alguna condición médica particular, debes investigar como la misma afecta tu fertilidad (especialmente en casos de enfermedades de transmisión sexual o problemas con tu ciclo menstrual). De más está decir que al hablar de un estilo de vida saludable, hábitos como el alcohol y el tabaco quedan prohibidos por completo, ya que impactan negativamente tanto la fertilidad como el embarazo e incluso la salud del feto.
- «Tomar el Control»: Mientras más sepas sobre fertilidad y salud durante el embarazo, mejor será tu capacidad de usar ese conocimiento en pro de tu propia fertilidad. Al conocer bien tu cuerpo, tu ciclo y tu patrón único de comportamiento hormonal concentrándote en los signos y síntomas de fertilidad, desde el pico de LH hasta los cambios en el moco cervical, tendrás la capacidad de de optimizar tus esfuerzos para quedar embarazada.
Además, en caso de tener que enfrentar algún problema relacionado con la fertilidad (tal como alteraciones de la ovulación), mientras más sepas sobre tu cuerpo y tu ciclo, más rápido podrás identificar la situación y buscar la solución adecuada bien sea con medios naturales y mediante el apoyo médico (por ejemplo suplementos para la fertilidad, clomid, acupuntura, etc.).
- Elimina los «Obstáculos» que bloquean tu camino hacia el Embarazo: A veces actividades que resultan ser totalmente inocuas en nuestra vida diaria se convierten de repente en riesgos o problemas cuando pasamos a «modo reproductivo». Por ejemplo, para los hombres, esto puede significar que los largos paseos en bicicleta o los baños con agua caliente disminuyan su capacidad para producir espermatozoides o que la movilidad de estos se vea afectada.
Además, hay que modificar ciertos hábitos que podrían ser contraproducentes para la reproducción, tales como las duchas vaginales o el uso de lubricantes que en realidad son capaces de matar a los espermatozoides interfiriendo así con la fertilidad. De hecho, incluso la saliva puede interferir cuando se está buscando quedarse embarazada. En este sentido, todo lo que puedas hacer para «tomar el control» irá en pro de tus posibilidades, de manera que mientras más conocimientos tengas sobre el tema más podrás hacer para llevar las posibilidades a tu favor (como por ejemplo cambiar tu lubricante actual por Pre-Seed).