¡Más sobre los pequeños nadadores!
Todo lo que hay que saber sobre los Espermatozoides y Quedar Embarazada, Cuánto tiempo viven los espermatozoides … Detalles sobre su periplo… Variables que afectan su supervivencia
Tradicionalmente, la fertilidad, definida como la habilidad de una pareja para concebir, se ha visto convencional (y erróneamente) como un «asunto femenino«. En la actualidad, sabemos que no es así y que la vitalidad del esperma es tan importante como una ovulación regular y predecible. En otras palabras, se trata de un asunto de dos.
Por supuesto que la mujer debe ovular, pero para que se logre la concepción es necesario que existan espermatozoides saludables y móviles capaces de fertilizar al óvulo.
El hecho es que cuando se trata de problemas de fertilidad, cerca de 1/3 de los casos son consecuencia de alteraciones del factor femenino (ciclos irregulares, disfunciones hormonales, anovulación, etc) y 1/3 son consecuencia de problemas del factor masculino (conteo espermático bajo, movilidad anormal, morfología alterada, etc). El 30% restante de los problemas tiene que ver con ambos integrantes de la pareja o no logra identificarse la causa.
Entonces, ahora que sabemos que la salud de la fertilidad del hombre juega un papel importante para lograr un embarazo, vemos algunos datos al respecto; démosle un vistazo microscópico al esperma.
¿Qué se requiere de los espermatozoides humanos para la reproducción?
Pues bien, no se les llama «nadadores» por nada. Un solo espermatozoide es tan pequeño que no puede ser detectado a simple vista y el viaje que debe emprender puede compararse al de un hombre que tenga que nadar desde Los Ángeles hasta Hawaii. Bueno, quizás eso sea un poco exagerado, pero sin duda alguna no se trata de un viaje fácil si se considera el tamaño de cada espermatozoide.
El viaje comienza en el cuerpo del hombre ya que le tomará varios meses a los espermatozoides desarrollarse y madurar. Para aumentar la vitalidad del esperma y su desarrollo normal es vital una dieta rica en antioxidantes además de un estilo de vida saludable que evite hábitos perjudiciales como el tabaquismo, todo ello con el objetivo de que cada espermatozoide sea de la mejor calidad posible.
Durante el acto sexual, los espermatozoides son eyaculados hacia la vagina. Desde allí comienza la parte más dura del viaje ya que deberán nadar a través del cuello uterino (con la ayuda, esperemos, del moco cervical fértil) desplazándose hacia el útero; allí los espermatozoides deberán nadar de un extremo al otro de la matriz para finalmente llegar a las trompas de Falopio.
Hasta ahora la mayoría de los espermatozoides no lo han logrado, muchos se habrán quedado sin energía o habrán nadado en la dirección incorrecta, se quedaron nadando en círculos o se fueron hacia la trompa de Falopio incorrecta. Algunos otros espermatozoides habrán sido neutralizados por los anticuerpos de la mujer o habrán muerto a consecuencia de fluido cervical hostil. En este sentido, la combinación de factores como un conteo y movilidad de espermatozoides normales, adecuado metabolismo espermático y la presencia de moco cervical fértil es fundamental para determinar cuantos espermatozoides lograrán atravesar el cuello uterino y de allí ir a través del útero hasta las trompas de Falopio.
Si el espermatozoide es afortunado, la mujer habrá ovulado mientras estaba en camino, de lo contrario deberá esperar por allí hasta que ocurra la ovulación. En la mayoría de los casos los espermatozoides pueden vivir en el cuerpo de la mujer sólo unos pocos días. En condiciones óptimas y con un semen de primera calidad, algunos espermatozoides pueden vivir hasta por cinco días aunque esto sucede con poca frecuencia.
Para darnos una idea de lo sensible que son los espermatozoides (así como de la importancia del moco cervical fértil); un espermatozoide expuesto al aire fuera del cuerpo humano habrá muerto en una hora, aunque la mayoría no sobrevivirá más que algunos minutos. Por el contrario, si el esperma puede llegar hasta el útero a través del cuello uterino, sus probabilidades de sobrevivir se incrementan dramáticamente. Dependiendo de las vitalidad general del esperma (movilidad y metabolismo, capacidad para conservar la energía) la mayoría conseguirá vivir por un día o dos y de los millones de espermatozoides que comenzaron el viaje sólo unos pocos, los nadadores más resistentes lo lograrán; de allí que las relaciones sexuales programadas sean tan importantes para aumentar las probabilidades de concebir.
En cualquier caso, los espermatozoides que sobrevivan se quedarán en la entrada y las porciones inferiores de las trompas de Falopio haciendo lo mejor que puedan hasta que aparezca el óvulo. Si este se presenta a tiempo sólo un espermatozoide podrá fertilizarlo. Una vez que el óvulo ha sido fertilizado, la unión del material genético da origen a un blastocisto.
Por los siguientes cinco a seis días, el blastocisto se moverá hacia la pared de la matriz apoyándose en ella, desarrollando rápidamente células que se multiplicarán hasta que esté listo para «implantarse» en el útero. Cuando el óvulo fertilizado se implanta; FELICIDADES, has logrado un embarazo y el periplo de los espermatozoides ha concluido exitosamente.
Salud del esperma
Como puedes ver, cuando se trata de quedar embarazada, no se puede obviar la importancia de la vitalidad del esperma; ahora bien, considerando las dificultades de tan intrincado periplo y todos los peligros a lo largo del camino, el axioma básico es sin duda alguna válido.
Mientras más sanos los espermatozoides, más probabilidades tiene la pareja de lograr un embarazo y cuando esto tiene que ver con la salud de los espermatozoides, la habilidad de completar esta odisea depende de los factores que se discutieron previamente, es decir, movilidad espermática (la habilidad para desplazarse hacia adelante de manera sostenida); metabolismo de los espermatozoides (contar con la energía para mantenerse en carrera) y conteo espermático.
Cuando se piensa en fertilidad masculina, la mayoría piensa en la cuenta (simplemente el número de espermatozoides) pero factores como la movilidad y el metabolismo también son importantes. La salud del esperma se basa en la conjunción de todos los «parámetros» más que en una variable en particular.