Parte 2: Desde la ovulacion hasta la fecundación

Fase de Ovulación y Fecundación

> Semanas 1 y 2 del Ciclo Menstrual: Desde la Menstruación hasta la Ovulación
> Tercera semana del Ciclo: De la Ovulación a la Concepción
> Cuarta Semana: Implantación y Fase Luteal
> Primera Semana de Embarazo: Primeros Síntomas de Embarazo y Desarrollo Fetal
> Segunda Semana de Embarazo: Que esperar durante el Primer Trimestre
> Inicio del Calendario del Embarazo

En el primer artículo de nuestra serie de cinco partes, hemos discutido las primeras etapas de tu ciclo menstrual, es decir las fases folicular y de ovulación. Durante estas etapas, las cuales constituyen las dos primeras semanas del ciclo menstrual, tu cuerpo se prepara para la ovulación. El estrógeno, la FSH y LH juegan un papel fundamental en proceso reproductivos tales como el desarrollo del folículo, el crecimiento endometrial y la maduración del óvulo. Ahora vamos a ver lo que ocurre luego de la ovulación así como a lo largo de la segunda mitad del ciclo menstrual: La fase lútea y la preparación para la fecundación. 

La ovulación se define como la liberación de un óvulo maduro desde un folículo ovárico – es el momento del mes donde te encuentras más fértil. Si estás tratando de concebir un bebé, saber cuándo estás ovulando es algo muy importante ya que puedes planificar tus encuentros íntimos durante esta breve «ventana fértil». Por fortuna, conforme veamos los hechos detrás de la fertilidad, podremos notar algunos signos fisiológicos básicos que ayudan a predecir cuando estamos a punto de ovular así como las formas de confirmar que esto en realidad ha ocurrido.

Durante las fases folicular y ovulatoria los niveles de estrógeno son altos a fin de ayudar al crecimiento del revestimiento endometrial, estimular la producción de hormona luteinizante y facilita la producción de moco cervical. El Moco Cervical se produce en el interior del cuello uterino y conforme te acercas al momento de le ovulación este moco aumenta considerablemente de volumen, incluso además del aumento de la cantidad también hay cambios en el aspecto del fluido cervical.

¿A qué se deben estos cambios? Pues bien, el moco cervical juega un papel muy importante en la reproducción humana ya que permite al esperma «nadar» con más facilidad desde la vagina, a través del canal cervical hacia la matriz. Por otra parte, el moco cervical también ofrece protección al esperma y le ayuda a vivir más tiempo (¡hasta por cinco días dentro del cuerpo de la mujer!); por tanto, la presencia de moco cervical en el período fértil, es decir unos días antes y después de la ovulación, aumenta las probabilidades de fecundación.

Signos claro de fertilidad

Determinar los cambios en la cantidad y características del moco cervical es un excelente método de predicción de la ovulación. Conforme te acercas a ella, el volumen de moco cervical aumenta y la textura cambia de pegajoso a resbaloso así como de seco y firme a filante; además cambia su color de blanco o amarillento a cristalino, similar a la «clara de huevo».

El moco cervical, cuyas características asemejan la «clara de huevo», es el medio perfecto en el cual los espermatozoides pueden «nadar» fácilmente hacia el óvulo por lo que un moco cervical con estas características te indica claramente que estás ovulando. En la primera parte sugerimos llevar un calendario de ovulación o de fertilidad. El detectar los cambios antes descritos en el moco cervical y llevar un registro de los mismos en tu calendario de fertilidad es una pieza clave del mismo. 

Otro signo importante de fertilidad es la cristalización de muestras de saliva seca debido al estrógeno. Dicha cristalización puede ser detectada con un microscopio especial. Conforme se incrementan los niveles de estrógeno en tu cuerpo, también lo hacen los electrolitos en tu saliva. Al analizar muestras de saliva con un microscopio de ovulación, puedes anticipar con precisión cuando ovularás. ¿Vez la línea azul en la figura que está abajo? Es el estrógeno (estradiol). Un visor de cristales puede decirte cuando estarás en tu período fértil ¡incluso hasta 7 días antes de ovular!

Segunda semana del ciclo: Ovulación

Para este momento, estamos cerca del día 14 del ciclo. El estrógeno que fue la hormona dominante durante las primeras semanas del ciclo comienza a declinar y la LH se incrementa repentinamente. Justo a la mitad del ciclo podrás experimentar lo que se conoce como el pico de LH.

Como ya se mencionó, la LH ayuda a producir un «hoyo» en la pared del folículo ovárico que permite que el óvulo sea expulsado hacia las trompas de Falopio, el conducto que le lleva hacia el útero. Los cilios (pequeñas formaciones en forma de pelos) impulsan al ovario hacia las trompas de Falopio. Como se mencionó en otros artículos, las pruebas de ovulación funcionan detectando el pico de LH y son muy efectivas prediciendo la fertilidad. Una prueba positiva sugiere que estarás ovulando dentro de las siguientes 12 a 36 horas por lo que deberás mantener relaciones íntimas durante los siguientes dos o tres días.

La ovulación prosigue siempre al pico de LH, usualmente a la mitad del ciclo. El óvulo se libera y se mantiene vivo por 24 horas por lo que el tiempo para las relaciones íntimas es crucial. La ovulación puede retrasarse o alterarse debido a enfermedades, insomnio, viajes, tensión o alteraciones hormonales.

Generalmente,  la mayoría de las mujeres ovula más o menos en el mismo período de tiempo de cada ciclo (dependiendo de lo largo del ciclo) aunque en casos de ciclos irregulares puedes ovular en diferentes días de cada ciclo.

En cuanto a los signos físicos de ovulación, hay sólo unos pocos. El dolor en el bajo vientre a mitad del ciclo o mittelschmerz se presentan sólo en algunas mujeres y no en todas se presenta como los típicos dolores tipo cólico localizados en un sólo lado del vientre. Otro posible indicador de fertilidad es el incremento del líbido lo cual es totalmente lógico desde una perspectiva de evolución reproductiva dado que el incremento de líbido conduce a un incremento de la actividad sexual. 

En teoría, también es posible el «manchado por ovulación«. Aunque no suele hablarse de ello, el manchado por ovulación se define como un sangramiento muy ligero causado por la ruptura de un folículo ovárico. Al igual que ocurre con el mittelschmerz, no todas las mujeres presentan este síntoma aunque considerando la evidencia publicada en la literatura científica relacionada con ello, no hay dudas que el manchado durante la ovulación debe ser considerado como un síntoma secundario de ovulación.

Algunas mujeres pueden sufrir de hipersensibilidad mamaria luego de la ovulación, lo cual puede ser confuso dado que tanto la sensibilidad de las mamas como de los pezones también son un signo precoz de embarazo. Si estás llevando un calendario de ovulación, cualquier evento de sensibilidad mamaria o de los pezones justo luego del momento de la ovulación no debe ser considerado como un signo de embarazo mas si una confirmación de la ovulación. El indicador más fiable de ovulación (luego de que esta ocurre) es medir la temperatura basal o llevar un control de la misma.

Fase Lútea

Después de la ovulación, el nivel de estrógeno disminuye lentamente y la LH desaparece por completo. Ahora la progesterona se torna la hormona dominante durante la segunda mitad del ciclo menstrual, la fase lútea.

En un interesante giro de los eventos, lo que antes se conocía como el folículo ovárico (el cual ahora roto, antes albergaba un óvulo maduro) se convierte en el cuerpo lúteo. En su rol secundario, el cuerpo lúteo es el encargado de secretar la progesterona, siendo esta la hormona encargada de aumentar la temperatura del cuerpo como parte de la preparación para la fecundación. Es por esto que al llevar un registro diario de la temperatura basal puedes saber cuando ovulaste cada mes..

Tercera Semana: Fecundación e Implantación


Luego de la ovulación el óvulo es arrastrado hacia las trompas de Falopio y propulsado a través del movimiento de los cilios a través de estas hacia la matriz. Si se logró predecir con exactitud este momento del mes y se programó el contacto íntimo acorde a ello, entre 100 y 300 millones de espermatozoides puede estar esperando que aparezca este único óvulo solitario.

Algunos espermatozoides probablemente se pierdan por haber tomado una dirección incorrecta hacia la otra trompa de Falopio y otros podrían ser neutralizados por el sistema inmune de la mujer. Sin duda alguna es un escenario escalofriante y de hecho puede llegar a serlo, ya que de los millones de espermatozoides que emprenden su recorrido hacia el óvulo desde la vagina tan sólo unos pocos cientos de espermatozoides sanos llegarán a encontrarse con el óvulo.

Fertilización: Siendo este el encuentro clave surge una pregunta ¿Cómo es fertilizado óvulo? Veamos lo que sucede:

Los espermatozoides usualmente se encontrarán con el óvulo en el tercio medio de la trompa de Falopio y comenzarán a rodearlo. El óvulo está rodeado por una campo de protección conocido como la zona pelúcida y para que la fecundación pueda ocurrir, los espermatozoides deben encontrar un pasaje (o receptor) para desbloquear la zona pelúcida, poder entrar y llegar hasta el ovocito o núcleo genético del óvulo.

Tan sólo un espermatozoide logrará entregar su material genético al ovocito, desencadenando una serie de señales químicas que indican que la fecundación ha ocurrido. Después de la fecundación, el óvulo se convierte en zigoto o embrión y ahora comenzará a pasar a través de una compleja serie de fases de división y diferenciación celular. ¡En ese momento habrás concebido

Implantación: Suele pensarse que fertilización y concepción son sinónimos de embarazo. Sin embargo, en este punto, el zigoto está flotando libremente en la matriz. Durante esta fase previa a la implantación, se da lugar la diferenciación celular posterior a la cual algunas células comenzarán a formar el feto y otras, el halo periférico o constelación, se convertirán en el trofloblasto, que más tarde dará lugar a la placenta, el cordón umbilical y el saco amniótico.

Para que un embarazo se logre con éxito, el embrión debe implantarse en el endometrio, de allí la importancia de que esta capa del útero sea gruesa y bien vascularizada. La implantación normalmente se da entre algunos días y hasta una semana luego de la evolución y señala el inicio de un vínculo indivisible entre la madre y el feto.

Una vez que ha ocurrido la implantación, es responsabilidad de la recién formada placenta tomar el control del próximo ciclo hormonal sobre el cual aprenderemos más durante la semana cuatro, desde la implantación hasta la fase lútea.

> Próximo Artículo: Cuarta Semana: Implantación y Fase Lútea

Ver También:
> Primera Semana de Embarazo: Primeros Síntomas de Embarazo y Desarrollo Fetal
> Segunda Semana de Embarazo: Que Esperar durante el Primer Trimestre
> Inicio del Calendario de Embarazo

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