¿Puede afectar la música para bebés el desarrollo del cerebro? De ser así, ¿cuáles compositores, género o estilo serán mejores para que mi bebé sea más inteligente, creativo o sociable?
Estas preguntas son sin duda alguna interesantes para las parejas que esperan un bebé, sin embargo a pesar de algunas sospechas que sugieren que Mozart ayudará al desarrollo del cerebro de tu bebé, aún no existe consenso al respecto. Un estudio diseñado específicamente para probar que un producto orientado para bebés usando la música de Mozart reportó que la estructura particular de un cuarteto para cuerdas de Mozart ofrecía un estímulo superior a otros géneros o incluso otros compositores clásicos como Bach o Beethoven. Tal afirmación parece un tanto inverosímil aunque ello no significa que la música para bebés no tiene beneficios, el punto está en que es muy difícil demostrarlos.
En teoría la estimulación sonora prenatal cuenta con algunos resultados positivos, incluyendo algunos que también se ha demostrado científicamente que están asociados al consumo prenatal de Ácidos Grasos Omega-3. Tales beneficios incluyen un aumento de la capacidad de concentración, mejoría en los patrones de sueño, incremento del desarrollo cognitivo y habilidades linguísticas más desarrolladas.
Desafortunadamente varios productos que hacen tales aseveraciones sobre el impacto de la música en el desarrollo fetal durante el embarazo no cuentan con suficiente evidencia que sustente tales afirmaciones, siendo la mayoría de las veces información casi anecdótica. El hecho es que hay muchas variables que pueden influenciar en el impacto real de la música, entre ellos se cuentan la dieta, la salud general, el consumo de distintos alimentos que contengan Omega 3 y otros nutrientes fundamentales o incluso los sonidos de fondo en el ambiente como podría ser el tono de las voces, la cadencia del diálogo, etc.
¿Y cómo interpretar las reacciones de tu bebé en el vientre?
Pues la verdad es que el desarrollo fetal puede ser muy complejo y multifácetico por lo que suele ser difícil determinar si la música en general o algún estilo/género en particular, puede afectar a tu bebé de alguna forma. Incluso algunos médicos muy cautos sugieren que las reacciones físicas de un bebé dentro del útero (frecuencia cardíaca, movimiento) en respuesta a la música para bebés, pueden ser consecuencia de incomodidad en lugar de agrado.
El sentido común nos dice que la estimulación sonora a un volumen razonable no hará ningún daño sin embargo la selección del tipo de música puede ser algo a considerar; por ejemplo, se ha observado que las plantas parecen florecer y crecer más rápido en un ambiente donde hay música clásica calmada y tranquila mientras que no lo hacen tanto si la música predominante es el metal pesado.
Varios estudios han comparado los efectos de diferentes estilos de música en el crecimiento de las plantas y en este sentido los estilos clásicos siempre llevan la ventaja en lo que a crecimiento de las plantas se refiere. Además estudios en animales sugieren que la exposición a música «caótica» o «atónica» altera negativamente la estructura del cerebro. En el caso del la música clásica comparada con el rock, el problema puede estar menos relacionado con la estructura musical de la composición y vincularse más con las diferencias entre los tonos de los instrumentos.
El caso de la música atonal aporta además un pregunta interesante: ¿El problema de la música disonante es la estructura no repetitiva, los ritmos complejos o las escalas no tradicionales? O ¿quizás el problema está en que la «música caótica» estuvo sonando muy alto en instrumentos modificados para alcanzar tal fin? Parece que los investigadores trabajando en esta área han trabajado sobre ello pero aún la respuesta sobre si el bebé prefiere música más pausada o más estridente aún permanece sin respuesta.
Todo esto labre un abanico de nuevas preguntas: ¿Es la maestría estructural de la música clásica de compositores como Bach o Mozart la clave tras el desarrollo fetal? ¿Se va a deprimir mi bebé por las escalas menores y las melodías pesadas de Shostakovich? ¿Se asustará con Stockhausen? o ¿Morton Feldman lo hará dormir? ¿Y qué decir del jazz, rock o tecno?…¿Qué es verdaderamente bueno para el cerebro del bebé?
A pesar de los resultados de estudios en animales y plantes, los investigadores trabajando con humanos son reacios a establecer una correlación positiva entre la música y bebés más inteligentes. Aunque tocar el piano puede ayudar a mejorar el «razonamiento espacial y las habilidades matemáticas» de un niño, los expertos no recomiendan extrapolar esa conclusión al desarrollo fetal durante la gestación.
Como mucho los médicos sugieren que puede haber una conexión positiva pero sólo basada en evidencias circunstanciales. Por su parte otros investigadores indican que los bebés en el vientre si responden a distintos tipos de ritmo musical, lo cual se concluye con base a los patrones respiratorios del bebé los cuales suelen acoplarse al ritmo sugiriéndose así que la música si tiene un efecto «simpático».
En cualquier caso, hay millones de aparatos y productos musicales que prometen «Construir el Cerebro de tu Bebé», calmarlo con dulces melodías o activar sus sinapsis con «Sistemas de Educación Prenatal». Ciertamente no necesitas comprar ninguno de estos productos para rodear a tu bebé con los sonidos de Bach, Beethoven o Chopin ya que simplemente el sonido de tu radio será suficiente aunque algunas mujeres prefieren poner auriculares sobre su vientre para hacer que el contacto con la música sea más estrecho.
En ambos casos los médicos sugieren evitar la música muy alta que podría alterar e incluso dañar al bebé, así mismo recomiendan evitar sesiones muy largas de música que podrían «sobre estimular» al bebé. En conclusión, aún no existe consenso sobre si la música afecta o no el desarrollo fetal; aunque todos los expertos coinciden en que esta puede ser usada con moderación y con un volumen moderado. Quizás el mejor consejo sea simplemente relajarse y disfrutar la música como normalmente lo haces, lo que le dará al bebé la oportunidad de relajarse contigo.
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